Una de las grandes luchas que enfrentamos los seres humanos es el buen uso del tiempo, nunca podrás cambiar el pasado. Por lo general cuando nos equivocamos en como invertimos nuestro tiempo las consecuencias son fatales.
Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.